La locura a punto de desatarse, a tan solo tres días del final del mercado de verano, el Madrid tiene operaciones sin cerrar de todos los colores, con salidas y llegadas.
Las salidas
El caso Fabio Coentrao, el portugués admitió que quería salir y aún sigue en el club sin disputar partidos, sin duda una de las operaciones pendientes. Kaká: "me quiero ir", ayer soltó esa perla y el Milán parece que le respondió con interés en menos de 24 horas, podría ser uno de los jugadores en salir, si el Madrid lo deja salir a bajo precio y el se bajara el sueldo. Di María, el jugador se quiere quedar, pero si llegara Bale es probable que varios clubs aposaran por el, aunque si saliera Kaká, seguramente se quedaría en la disciplina blanca.
Las entradas.
Siqueira, el sustituto de Coentrao, si el se fuera, llegaría el portugués rápidamente, ya que hay un acuerdo con el Granada y la cosa seria tan solo dar el okey. Caso Bale, este es el traspaso de los traspasos, que todavía no se ha producido porque florentino no quiere que sea más caro que cr7 y Levy si quiere, mientras tanto sigue apurando con el galés aunque este puliéndose el dinero ya en fichajes como Lamela, Eriksen y otros de menor calibre, todo apunta a que llegara al Madrid, aunque con Levy nunca se sabe.
El mercado más loco de la historia del Madrid, ya que el club blanco nunca habría sido capaz de cerrar tantas operaciones en los últimos tres días, con más operaciones que días de mercado, esta claro que algunas de ellas no se realizaran este verano, es posible que solo se realicen un par y haya alguna sorpresa, mientras los aficionados esperan a Bale con el corazón en un puño, tal como lo debe estar haciendo el galés.
El mercado más loco de la historia del Madrid, ya que el club blanco nunca habría sido capaz de cerrar tantas operaciones en los últimos tres días, con más operaciones que días de mercado, esta claro que algunas de ellas no se realizaran este verano, es posible que solo se realicen un par y haya alguna sorpresa, mientras los aficionados esperan a Bale con el corazón en un puño, tal como lo debe estar haciendo el galés.